Los diamantes cultivados en laboratorio, comúnmente conocidos como diamantes sintéticos, siguen ganando popularidad en México y España. No solo son cautivadores y hermosos, sino también asequibles y éticos. Además, como sugiere el nombre, estos diamantes sintéticos se fabrican en un entorno de laboratorio controlado.
Los diamantes sintéticos constituyen hasta el 3% del mercado global de $ 1,74 mil millones y se fabrican utilizando diferentes procesos, incluidos HPHT (Alta Presión y Alta Temperatura), CVD (Deposición Química de Vapor), cavitación por ultrasonido y detonación. Para el 2035, se espera que su participación en el mercado alcance los 13.400 millones de dólares.
Cuando la gente habla de diamantes cultivados en laboratorio, a menudo se preguntan: "¿Las Joyas resultado de un Proceso de Diamante HPHT se consideran diamantes reales?"
La respuesta es sí.
Aunque los diamantes naturales y los diamantes sintéticos tienen diferentes orígenes, su estructura es exactamente similar. Por ejemplo, los diamantes HPHT están hechos de carbono puro cristalizado en forma 3D isotrópica y las gemas resultantes son similares a las extraídas de la corteza terrestre.
GIA ha estudiado diamantes cultivados en laboratorio durante más de 30 años y, según ellos, "sus propiedades químicas y físicas se corresponden mucho con las de los diamantes naturales". Por esta razón, los científicos creen que los diamantes cultivados en laboratorio no son imitaciones, sino diamantes reales que pueden ser fácilmente identificados por gemólogos capacitados, utilizando equipos de prueba para gemas.
En 1797, se descubrió que los diamantes estaban hechos de carbono puro. Esto llevó a los científicos a creer que el proceso de creación de diamantes naturales podría replicarse fácilmente en los laboratorios. Sin embargo, no hubo registros de personas o empresas que crearan diamantes en el laboratorio sino hasta 1879, cuando James Ballantine Hannay informó sobre avances utilizando un método que implicaba calentar carbón y hierro dentro de un cubículo de carbono en un horno. Las pruebas modernas demostraron más tarde que las muestras restantes de sus experimentos eran, de hecho, diamantes naturales en lugar de sintéticos.
A lo largo de los años, los científicos continuaron mejorando los procesos existentes y desarrollando otros nuevos. Entre algunos de estos científicos, podemos mencionar; Feerdinard Henri Moissan, quien intentó hacer diamantes cultivados en laboratorio con un horno de arco eléctrico en 1893, Sir William Crookes, quien usó 190000 psi explosiones de cordita encerradas para crear diamantes de bromuro de radio en 1909 y Otto Ruff, quien, en 1917, afirmó producir diamantes con un diámetro de hasta 7 mm, pero luego se retractó de su declaración.
En 1926, el Dr. J Willard Hershey del McPherson College replicó los experimentos de Ruff y Moissan para producir diamantes sintéticos. Mientras tanto, Sir Charles Arganon Persons también dedicó 40 años de su vida, de 1882 a 1922, a intentar reproducir los experimentos de Hannay y Moissan. En el camino, también adaptó sus propios procesos y todas las muestras resultantes se conservaron para su posterior análisis por parte de un tercero.
El avance más significativo en la industria de los diamantes cultivados en laboratorio tuvo lugar en diciembre de 1954, cuando una empresa estadounidense llamada GE creó el primer lote de diamantes sintéticos.
No existen dos diamantes exactamente iguales, y este principio aplica tanto para los diamantes naturales como para los diamantes sintéticos. Sin embargo, ambos tienen sus propias similitudes, así como diferencias destacadas que facilitan su distinción. ¡Echemos un vistazo!
SimilitudesCuando los ve un ojo nativo y sin experiencia, los diamantes cultivados en laboratorio parecen ser idénticos a los diamantes naturales. Esto se debe principalmente a que sus propiedades físicas, ópticas, composición química y estructura cristalina son las mismas. Solo los gemólogos capacitados pueden distinguir un diamante sintético.
La mayoría de los diamantes naturales tienen trazas de otros elementos, incluido el nitrógeno, que le da un color amarillo, el boro que les proporciona un color azul, o partículas de hidrógeno. De manera similar, los diamantes cultivados en laboratorio hechos con el método CVD involucran la descomposición de moléculas de gas rico en carbono como el metano, en átomos de hidrógeno y carbono. Por esta razón, se pueden encontrar trazas de hidrógeno en los diamantes cultivados en laboratorio a del proceso CVD. En el caso del proceso de diamante HPHT, las trazas de nitrógeno dan a la gema un color ámbar natural.
Además, tanto los diamantes naturales como los diamantes sintéticos tienen inclusiones que impactan en su claridad. Por ejemplo, los diamantes naturales contienen trozos de material extraño que queda atrapado durante muchos años mientras se forman dentro de la corteza terrestre. Esto puede manifestarse como inclusiones metálicas en el caso de los diamantes cultivados en laboratorio y se pueden identificar con un aumento de 10x.
Tiempo: los diamantes cultivados en laboratorio tardan aproximadamente de 3 a 9 meses en desarrollarse. Mientras tanto, los diamantes naturales que están lo suficientemente cerca de la superficie terrestre como para ser extraídos se formaron hace aproximadamente entre 1.000 y 3.300 millones de años.
Colores: Los diamantes cultivados en laboratorio se pueden elaborar en color blanco, verde, rosa, amarillo y azul. Generalmente se encuentran con grados de color que van desde el grado K hasta el grado D. Algunos tipos de diamantes cultivados en laboratorio se tratan con color, por ejemplo, los diamantes sintéticos CVD que tienen un color marrón se decoloran mediante un proceso de tratamiento químico para hacerlos casi o completamente incoloros.
Por otro lado, los diamantes naturales se pueden encontrar en todos los colores imaginables con un número infinito de niveles de saturación, tonalidad y matices. Los colores se producen debido a las impurezas presentes, como pueden ser las moléculas de nitrógeno que quedan atrapadas en la red de diamantes. Esto debido a que diferentes trazas de productos químicos en carbono puro provocan distintos niveles de saturación que derivan en varias tonalidades. El color más común para los diamantes es el blanco, mientras que los colores más raros incluyen el azul vivo, rosa y amarillo de fantasía.
Lugar de formación: Los diamantes naturales se forman en las profundidades del manto terrestre, bajo condiciones de alta temperatura y presión. Por acción de la actividad volcánica, los diamantes se transportan a la superficie donde se encuentran en una formación de roca volcánica llamada Tubos de Kimberlita, listos para ser extraídos. Sin embargo, aproximadamente solo el 5% de las pipas de kimberlita cuentan con suficientes diamantes como para que sea factible extraerlas.
Por otro lado, los diamantes sintéticos se fabrican en el laboratorio.
Los diamantes cultivados en laboratorio se pueden fabricar utilizando cuatro métodos diferentes.
HPHT diamond process
El proceso de diamante HPHT es el más utilizado para crear diamantes cultivados en laboratorio, ya que imita el proceso natural de su formación, combinando condiciones de alta temperatura y presión que dan origen a los diamantes naturales de la corteza terrestre.
En el laboratorio se crea un entorno similar de presión de hasta 60000 BAR y temperaturas de hasta 3000K para convertir el carbono en diamantes sintéticos. LONITE utiliza el proceso de diamante HPHT para crear todos sus diamantes cultivados en laboratorio.
El proceso de diamante HPHT contempla tres diseños de prensa principales que se utilizan para suministrar la temperatura y la presión necesarias para producir diamantes cultivados en laboratorio. Éstos se pueden clasificar en:
Tanto el yunque inferior como el superior suministran una carga de presión a la celda interior cilíndrica. Además, la presión interna está confinada radialmente por un cinturón de bandas de acero pretensado. Por otro lado, los yunques también funcionan como electrodos para proporcionar corriente eléctrica a la celda comprimida.
Una prensa cúbica contiene seis yunques que aplican presión simultánea en todas las caras de un volumen en forma de cubo. Normalmente, este tipo de prensa es más pequeño que una prensa de banda, pero es igualmente capaz de alcanzar la temperatura y la presión necesarias para crear diamantes cultivados en laboratorio.
En el centro del dispositivo BARS se coloca una cápsula de síntesis, la cual consiste en una cápsula cilíndrica de cerámica que mide 2 cm cúbicos. Se cree que este es el método más económico, eficaz y compacto para elaborar diamantes sintéticos.
CVD
La CVD o deposición química de vapor es otro método utilizado para fabricar diamantes cultivados en laboratorio. Este método implica el cultivo de diamantes sintéticos a partir de una mezcla de gases de hidrocarburos. La simplicidad y flexibilidad de las configuraciones de CVD lo convierten en uno de los métodos más comunes. La elaboración de diamantes sintéticos a través de CVD también asegura varias ventajas, como la capacidad de cultivar diamantes en varios sustratos y en áreas extensas, así como el control de las impurezas químicas. En última instancia, el proceso de CVD permite controlar las propiedades resultantes del diamante cultivado en laboratorio.
Además, este proceso no necesita alta presión ya que el crecimiento del diamante sintético generalmente tiene lugar a presiones menores a 27 kPa.
Detonación de Explosivos
Los diamantes cultivados en laboratorio o diamantes sintéticos también se pueden fabricar mediante la detonación de explosivos. Al detonar algunos explosivos que contienen carbono dentro de una cámara de metal, es posible formar nanocristales de diamante que miden hasta 5 nm de diámetro. Estos nanocristales se denominan nano diamantes de detonación.
Durante esta explosión, la temperatura y la presión en la cámara se vuelven tan altas que pueden convertir el carbono de los explosivos en diamantes.
Cavitación Ultrasónica
El último método utilizado para hacer diamantes sintéticos es la cavitación por ultrasonido. A través de este proceso, se obtienen cristales de diamante del tamaño de una micra a partir de una suspensión de grafito en un líquido orgánico que hace que se mantenga a temperatura ambiente y a una presión atmosférica mediante cavitación ultrasónica. Quizás el mayor beneficio de esta técnica es que necesita procedimientos y equipos relativamente simples, pero solo ha sido reportada por dos grupos de investigación y no había tenido un uso industrial sino a partir de 2012.
Diamantes HPHT no son las mismas que las de diamantes sintéticos CVD.
Su principal diferencia radica en los materiales y métodos utilizados. Por un lado, el proceso de diamante HPHT implica el uso de alta temperatura y presión sobre el carbono, mientras que el proceso de CVD consiste en depositar gases como el metano en una semilla de diamante.
Además, con los diamantes HPHT, es bastante complicado producir diamantes completamente incoloros. La mayoría de los diamantes producidos con este método resultan ser de color marrón o amarillento. Sin embargo, en el proceso CVD, la cámara de vacío solo contiene hidrógeno y carbono, lo que significa que hay mayor posibilidad de crear diamantes sintéticos incoloros y si se introduce boro o nitrógeno en la cámara, se pueden incluso producir diamantes artificiales azules o amarillos.
Los diamantes sintéticos se consideran Como se mencionó anteriormente, los diamantes artificiales se crean en laboratorios, por lo que existe un mayor control sobre los procesos laborales, además de que se necesita menor cantidad de energía para fabricarlos. Por supuesto, tanto la producción de diamantes cultivados en laboratorio como la extracción de diamantes naturales requieren un uso de energía. Esto es lo que puede provocar un efecto adverso sobre el medio ambiente, ya que se utilizan en exceso recursos como el gas natural y petróleo.
Sin embargo, la cantidad de energía utilizada para los diamantes cultivados en laboratorio es significativamente más baja. Uno de los mayores productores de diamantes naturales requiere 80,3 kilovatios-hora por cada quilate en las operaciones mineras, mientras que los diamantes cultivados en laboratorio solo necesitan entre 20 y 28 kilovatios-hora por cada quilate.
En segundo lugar, la extracción de diamantes naturales también daña mucho el medio ambiente circundante. Por ejemplo, si la mina tiene aproximadamente 2 millas de profundidad, entonces toda la tierra circundante dentro de esa profundidad también tendrá que ser excavada. Para ponerlo en perspectiva, para conseguir diamantes de 1 quilate, tendrían que eliminarse hasta 1700 toneladas de suciedad. Mover la tierra excavada también influye en el área que rodea la mina, ya que esa tierra debe dejarse caer en algún lugar. El resultado final es que la tierra está siendo perturbada al igual que los ecosistemas, ya que incluso se eliminan vías fluviales cercanas para extraer diamantes naturales.
Mientras tanto, en países como México y España, dado que los diamantes artificiales se cultivan en un laboratorio, su fabricación no afecta a ninguna tierra. Los fabricantes solo tienen que colocar carbono en una máquina y se convierte en diamantes después de una serie de procesos. Esto quiere decir que los diamantes artificiales tienen un impacto mínimo en las plantas, los animales o la tierra.
En comparación con los diamantes naturales, los diamantes cultivados en laboratorio producen menos emisiones de carbono. Dado que los diamante naturales necesitan maquinaria pesada para la excavación y producción, las emisiones de carbono son mayores, impactando en mayor medida al medio ambiente. Sin embargo, para la creación de diamantes cultivados en laboratorio, no se necesitan combustibles fósiles, ya que la mayoría de las máquinas de laboratorio funcionan con energía.
Se necesita personal experimentado, así como equipo especializado, para diferenciar e identificar diamantes sintéticos y diamantes naturales. Existen instituciones internacionales que son conocidas por sus estándares en la clasificación y prueba de piedras preciosas; por ejemplo el Instituto Gemológico de América (GEA), el Instituto Gemológico Internacional (IGI) y el Instituto Gemológico Español (IGE).
Normalmente, en México y España es posible diferenciar diamantes cultivados en laboratorio basándonos en los siguientes factores;
a) Distribución del Color
El proceso de diamante HPHT genera diamantes cultivados en laboratorio de colores que generalmente muestran una coloración desigual. Esta coloración se puede notar fácilmente utilizando un microscopio con luz transmitida. Para mayor claridad, la piedra tallada se puede sumergir en aceite mineral o agua para minimizar los reflejos de la superficie.
Los diamantes cultivados en laboratorio muestran zonas de color debido a las diversas impurezas incorporadas en el cristal de diamante durante su proceso de formación, como pueden ser el nitrógeno y boro. Algunas veces, los diamantes naturales también muestran algunas zonas de color, pero el patrón geométrico de la zonificación es diferente al de los diamantes cultivados en laboratorio HPHT. Mientras tanto, los diamantes sintéticos cultivados por CVD suelen mostrar una coloración uniforme.
b) Patrones de Granulado
Los diamantes tienen vetas en el interior, casi como la madera. Utilizando equipo especializado, es posible evaluar estos patrones de grano. El patrón observado puede decirle al gemólogo los detalles de cómo se formó realmente el diamante.
Como se mencionó anteriormente, los diamantes naturales se forman en las profundidades de la tierra durante millones de años, mientras que los diamantes cultivados en laboratorio se forman en 3 a 9 meses. Por lo tanto, ambos tienen patrones de crecimiento y granulación drásticamente diferentes. Los diamantes sintéticos tienen un patrón de grano específico, que es un indicador de confirmación.
c) Colores de Fluorescencia
Los diamantes sintéticos también se pueden distinguir con la ayuda de ondas de luz especiales que hacen que los éstos brillen. Los diamantes cultivados en laboratorio brillan más intensamente que los diamantes naturales, lo cual es un indicador temprano para diferenciarlos.
Otro indicador es el color al que vuelve la piedra cuando las ondas de luz especiales la golpean. Por lo general, los diamantes extraídos de la tierra emiten un color azul, mientras que los diamantes cultivados en laboratorio hechos a través del proceso CVD emiten un color naranja brillante. De manera similar, los diamantes cultivados en laboratorio HPHT suelen presentar fluorescencia en un color turquesa o azulado.
El patrón de fluorescencia es otro indicador. Los diamantes HPHT tienen un patrón en forma de cruz en el pabellón o en la corona. Mientras tanto, los diamantes CVD tienen un patrón estriado cuando se ven a través de las facetas del pabellón.
d) Inclusiones de Fundente Metálico
Los diamantes HPHT tienen inclusiones de metal fundente. En luz transmitida, las inclusiones de fundente metálico aparecen opacas y negras, mientras que en luz reflejada tienen un brillo metálico. Además, la aleación de metal fundente que se utiliza para cultivar diamantes contiene elementos como cobalto, níquel y hierro. Esto significa que los diamantes sintéticos con grandes inclusiones metálicas pueden ser atraídos por un imán.
Los diamantes cultivados por CVD se forman de una manera completamente diferente, por lo que no contienen inclusiones metálicas.
Por otro lado, solo algunos diamantes naturales tienen inclusiones oscuras de grafito u otros minerales; sin embargo, éstos no tienen ningún brillo metálico.
e) Patrones de Deformación
Cuando los diamantes se prueban entre dos filtros polarizadores colocados en ángulos de noventa grados entre sí, los diamantes naturales muestran un mosaico brillante o un patrón rayado de colores de tensión o interferencia. Éstos surgen debido a las tensiones a las que están sujetos los diamantes debajo de la superficie de la tierra o cuando se produce un estallido explosivo en la superficie de la tierra.
Sin embargo, los diamantes sintéticos crecen en un entorno de presión uniforme casi al 100% sin estrés. Por lo tanto, cuando los diamantes cultivados en laboratorio se inspeccionan con filtros polarizadores, no existen patrones de deformación o solo hay uno con bandas débiles.
f) Inscripciones en la Faja
Los diamantes cultivados en laboratorio generalmente tienen una inscripción minúscula presente en la faja que lo etiqueta como un diamante creado en laboratorio. Por supuesto, no es posible ver esta inscripción sin un microscopio de gran ampliación. Generalmente, una lupa de joyero tiene aumentos de 10x; sin embargo, para ver la inscripción, necesitarías hasta 30 aumentos.
La faja del diamante es básicamente su parte más ancha y el tamaño de las letras de la inscripción se correlaciona con el tamaño de la faja. En otras palabras, una faja delgada tendrá letras diminutas, que hacen que una lupa de aumento de 30x sea necesaria.
En México y España, cada vez que los laboratorios de clasificación identifican o certifican un diamante sintético, inscriben la faja y la marcan como cultivada en laboratorio. Sin embargo, si no hay absolutamente ninguna inscripción en la faja, incluso después de haberla probado en el laboratorio, entonces sabrás que estás observando un diamante natural.
En los últimos dos años, el precio de diamantes sintéticos al por menor ha disminuido significativamente hasta en un 50%. En México y España, el precio mayorista de los diamantes naturales y el precio de los diamantes cultivados en laboratorio también ha disminuido considerablemente.
Las tendencias clave que han afectado el precio de diamantes cultivados en laboratorio y de los diamantes naturales se describen en el informe titulado “La industria global del diamante 2018” publicado por Bain AWDC.
Según el informe, la caída del precio de diamantes cultivados en laboratorio se puede atribuir a la creciente influencia de las tecnologías digitales. Los avances de la tecnología han dado como resultado la simplificación del proceso de fabricación de diamantes sintéticos. En última instancia, esto ha provocado una caída del precio de diamantes sintéticos en el mercado mundial.
Asimismo, de acuerdo con este informe, en 2008 el costo de producir solo un quilate de diamante sintético era de aproximadamente $4000, lo cual encarecía el precio de diamantes cultivados en laboratorio. Sin embargo, con los avances tecnológicos realizados en la década anterior, el precio de los diamantes cultivados en laboratorio se ha reducido drásticamente a aproximadamente $300 o $500 por quilate.
Otros factores que han afectado el precio de los diamantes cultivados en laboratorio también incluyen los hábitos de compra de la generación más joven, así como la creciente presencia de diamantes cultivados en laboratorio en el mercado mundial. Las generaciones actuales prefieren apostar por la alta calidad y la singularidad.
La disminución del costo de producción y el aumento del mercado, seguramente aumentarán la demanda de diamantes naturales y diamantes cultivados en laboratorio. El informe también predice que, el aumento en la eficiencia de la producción y la introducción de nuevos competidores en el mercado junto con la mercantilización de la industria, se espera que el precio de diamantes cultivados en laboratorio y naturales caiga aún más, especialmente en países como México y España.
Acreditados por su durabilidad, mayor asequibilidad y disponibilidad, en México y España, los diamantes cultivados en laboratorio se utilizan en aplicaciones industriales, como, por ejemplo::
Herramientas de Mecanizado
La dureza es un atributo esencial para todas las herramientas de corte y mecanizado. Los diamantes son conocidos por su dureza, razón por la cual los diamantes sintéticos se utilizan ampliamente en la producción de herramientas de mecanizado para uso industrial y hardware. Dado que los diamantes se pueden usar para pulir, cortar y desgastar cualquier material, las aplicaciones industriales comunes incluyen brocas y sierras con punta de diamante. El polvo de diamante también se puede utilizar como revestimiento abrasivo y resistente al desgaste en cojinetes y herramientas.
Conductor térmico
Los diamantes cultivados en laboratorio de origen puro se caracterizan por tener una conductividad eléctrica insignificante y una alta conductividad térmica. Ambas cualidades lo hacen perfecto para utilizar como disipador de calor en transistores de alta potencia, matrices de láser y diodos láser de alta potencia. En los semiconductores, los diamantes cultivados en laboratorio se utilizan como esparcidores de calor para evitar que los dispositivos semiconductores y el silicio se sobrecalienten.
Materiales ópticos
Como se mencionó anteriormente, un diamante es duro y con una alta conductividad térmica, es químicamente inerte y posee un bajo coeficiente de expansión térmica. Debido a estas propiedades, los diamantes cultivados en laboratorio emergen como superiores a otros materiales utilizados para transmitir radiación de microondas e infrarrojos. Por esta razón, se están utilizando diamantes cultivados en laboratorio en lugar de seleniuro de zinc como ventanas de salida de láseres de CO2 de alta potencia y gyrotrones.
Además, los diamantes cultivados en laboratorio también se pueden utilizar para crear yunques de diamantes de diseñador ópticamente transparentes. Estos yunques pueden usarse para medir las propiedades magnéticas y eléctricas de materiales a alta presión con la ayuda de celdas de yunque de diamante.
Electrónica
Hoy en día, los diamantes sintéticos se utilizan para fabricar varios dispositivos electrónicos, que incluyen semiconductores, electrodos y dispositivos de detección de radiación.
Joyería
Dado que los diamantes sintéticos están disponibles en una variedad de colores, son ideales para diferentes joyas y accesorios, incluidos collares y pulseras. Sin embargo, quizás el uso más común de los diamantes en joyería es para elaborar anillos de diamantes. Además, dada la disminución del precio de diamantes sintéticos, el precio de diamantes cultivados en laboratorio para anillos y collares es bastante asequibles.
Diamantes Conmemorativos
Los diamantes conmemorativos son diamantes cultivados en laboratorio que se utilizan para rendir tributo eterno y conmemorar la memoria de un ser querido fallecido. Para este proceso de diamante HPHT, se emplean las cenizas del difunto.
El precio de estos diamantes cultivados en laboratorio comienza en 1600 Euros en España y alrededor de 28.000 Pesos en México.
Aplicaciones Médicas
Los diamantes cultivados en laboratorio se utilizan en aplicaciones sanitarias avanzadas. Por ejemplo, para la terapia de pacientes con cáncer de ojo. Los detectores de radiación basados en diamantes cultivados en laboratorio garantizan la administración de la dosis correcta al apuntar solo al tejido afectado por el cáncer. Al mismo tiempo, se asegura de que los tejidos sanos alrededor de las áreas afectadas por el cáncer no sean el objetivo. Del mismo modo, los diamantes cultivados en laboratorio se utilizan como bisturíes quirúrgicos en oftalmología y neurocirugía.
Como mencionamos anteriormente, los diamantes sintéticos se pueden usar para fabricar anillos de diamantes. Ya que el precio de diamantes cultivados en laboratorio es hoy en día más accesible, aparte de eso, existen otras aplicaciones de los diamantes sintéticos en joyería.
Es fácil cortar diamantes cultivados en laboratorio en formas clásicas que luego se pueden convertir en piezas de joyería según las opciones del cliente. Estas piezas de joyería van desde colgantes y collares hasta pendientes, brazaletes simples y anillos de diamantes.
Además, los diamantes cultivados en laboratorio están disponibles en una variedad de colores diferentes, incluidos el azul y el amarillo. Por lo tanto, son perfectos para piezas de joyería, específicamente para conjuntos completos de collares y pendientes equipados con diamantes de diferentes colores. De hecho, es posible elaborar diferentes estilos y longitudes de aretes, como aretes grandes en forma de gota o aros pequeños.
Lo mismo ocurre con los anillos. Con las diferentes formas y colores, los diamantes cultivados en laboratorio se pueden usar para hacer diferentes tipos de anillos de diamantes, incluidos anillos de compromiso, alianzas de boda y anillos de promesa.
El engaste de joyería de su elección tiene un impacto en el precio de diamante cultivado en laboratorio resultante. Sin mencionar que el precio de diamantes sintéticos también varía según el proveedor de diamantes sintéticos que haya seleccionado.
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