La cremación es el proceso mediante el cual se dispone un cuerpo, reduciéndolo a cenizas a través del calor intenso y tiene lugar en un crematorio. La mayoría de los crematorios tienen una cámara de observación, o capilla, donde familiares y amigos pueden celebrar el funeral inmediatamente antes de la cremación. Los crematorios se encuentran comúnmente en funerarias o cementerios, pero a veces se pueden ubicar también en capillas. Además, la mayoría de los crematorios pertenecen a negocios privados, pero algunos son administrados por agencias gubernamentales.
En la India, antes de la revolución industrial, las cremaciones tenían lugar al aire libre, utilizando madera, carbón y otros materiales inflamables. El horno regenerativo fue desarrollado por Sir Charles William Siemens en la década de 1850. Más tarde, en la Exposición de Viena en 1873, una demostración del aparato crematorio de Brunetti captó la atención de todos. Henry Thompson, un pionero de la cremación en Inglaterra, fue uno de los más interesados en la idea.
La Sociedad de cremación de Gran Bretaña fue fundada en 1874 para establecer los parámetros legales de la cremación. Esto llevó a la construcción del primer crematorio en Inglaterra. El recinto comenzó a funcionar en 1885 y los protestantes fueron los primeros practicantes de la cremación. No fue sino hasta 1963 que el Papa Pablo VI revocó la prohibición de cremación para los católicos. Desde principios del siglo XX, la cremación se ha vuelto más aceptada en todo el mundo, al punto en el que los crematorios ahora son mucho más comunes.
En algunos casos, antes de la cremación es necesario embalsamar el cuerpo si los miembros de la familia quieren homenajearlo como parte del servicio funerario. Las regulaciones sobre el embalsamamiento varían según la ubicación. El embalsamamiento generalmente se lleva a cabo con un fluido que contiene formaldehído, metanol y otros solventes. Debido a la toxicidad de los fluidos de embalsamamiento, algunas familias optan por no realizar un homenaje público para evitar el embalsamamiento antes de la cremación.
El cuerpo se coloca en un ataúd de cremación inflamable con una etiqueta de identificación de metal. Luego, el horno de cremación calienta la cámara de cremación que está construida con compuestos de mampostería superiores y ladrillos resistentes al fuego que pueden soportar temperaturas extremadamente altas. En esta cámara de cremación es donde se coloca el ataúd. Los crematorios modernos tienen puertas automáticas que evitan la pérdida de calor, pero también pueden realizarse en cámaras de cremación con puertas manuales.
El horno de cremación moderno es alimentado por gas natural o propano. El quemador principal se enciende y la temperatura dentro de la cámara aumenta a 1800-2000 grados Fahrenheit. Todo el proceso de cremación dura desde una hora y media, hasta 4 horas. Esto puede variar según el tamaño del cuerpo, la tecnología del horno de cremación y el tipo de cámara de cremación.
Los requisitos para la cremación de un cuerpo humano en crematorios municipales alrededor de México y España incluyen;
1. El documento original y una copia del Certificado de defunción.
2. Original y copia de la autorización oficial de cremación por parte del Registro Civil.
3. Un documento original y copia del recibo de pago de la ley municipal que se paga en el Registro Civil.
4. Poder notarial firmado por el familiar inmediato del ser humano fallecido y una copia de su identificación oficial.
Una cámara de combustión generalmente consta de dos partes: la cámara primaria y la cámara secundaria. El ataúd con el cuerpo humano adentro se coloca en la cámara primaria. Al encenderse, el agua contenida en el cuerpo se vaporiza y los tejidos orgánicos se oxidan. Luego, el humo se dirige hacia la cámara secundaria al final o por encima de la cámara primaria que quema los materiales orgánicos liberados de la cámara primaria. De esta forma, se reduce la contaminación del aire y se elimina la emisión de olores y humo.
La tecnología de cremación continúa avanzando en países como México y España, generado hornos de cremación más eficientes y un proceso de cremación automatizado. Los últimos crematorios de alta tecnología son completamente automáticos, confiables y silenciosos.
Además, los controles operativos incluyen características para mejorar la usabilidad y reducir el mantenimiento.
1. Una operación continua de 24 horas que no requiere enfriamiento entre cada cremación.
2. Características especiales como el Controlador Lógico Programable (CLP) para incinerar cadáveres obesos.
3. Salida poco ruidosa.
4. Un sistema avanzado de distribución de combustión de aire para controlar las emisiones y contaminación.
Recientemente, los crematorios han comenzado a innovar utilizando una tecnología respetuosa con el medio ambiente destinada a minimizar las emisiones de carbono y los gases de efecto invernadero. Este proceso se conoce como hidrólisis alcalina, bio-cremación o resonancia y ha llevado a una reducción significativa del dióxido de carbono. Consiste en sumergir el cuerpo en una mezcla de agua y lejía y calentarlo a una temperatura de 320 grados Fahrenheit, a alta presión para evitar que hierva. Esto descompone el cuerpo efectivamente en sus componentes químicos en una duración aproximada de 3 horas.
Es esencial mantener altos estándares de higiene y limpieza en el crematorio para evitar tanto los malos olores como el riesgo de infección. Al hacerlo, los gerentes pueden garantizar un entorno de trabajo saludable para el personal, convirtiéndolo en un ambiente adecuado para clientes y visitantes. Promover la limpieza y la higiene también ayuda en un contexto ambiental. Todo esto está regulado por autoridades, organizaciones comerciales y un marco de legislación ambiental.
Según el estudio de Panacef, España tiene 442 hornos de cremación, una cifra que lo ubica como el país de Europa con el mayor número de estas instalaciones. Estos hornos permiten realizar 1.768 incineraciones en un día hábil.
Además de incinerar el cuerpo del difunto, un técnico de crematorio tiene una amplia gama de responsabilidades en países como México y España. Estas tareas incluyen:
Trabajar en un crematorio requiere fuertes habilidades administrativas e interpersonales. Por esta razón, la mayoría de los técnicos de crematorios reciben capacitación especializada en el trabajo. También se utilizan computadoras para mantener los registros, por lo que las habilidades básicas de mecanografía y TIC son muy útiles.
Los técnicos de crematorios son responsables de programar y coordinar todas las actividades relacionadas con la cremación, como el mantenimiento de registros, el mantenimiento regular de los equipos de cremación, entre otras cosas. Algunos incluso ayudan a los seres queridos a adquirir los permisos necesarios que exige la ley de cremación. Un técnico de crematorio competente debe ser:
La cremación se está volviendo más popular hoy en día de lo que fue en los últimos años en la industria funeraria mundial, especialmente en países como México y España. Esta mayor aceptación también ha generado un nuevo interés: fabricar diamantes hechos de cenizas. Se trata de una nueva alternativa posterior a la cremación para manejar los restos en lugar de simplemente esparcir las cenizas de una mascotao un ser humano fallecido. Crear diamantes hechos de cenizas requiere una mano de obra altamente calificada y un entorno muy técnico. Los diamantes hechos de cenizas representan una forma de recordar permanentemente a un humano o mascota fallecida.
Un jardín conmemorativo es un lugar dedicado en honor y recuerdo de aquellos que amamos y que fallecieron. Por lo general, estos son lugares pacíficos y tranquilos que se utilizan para enterrar las cenizas de cremación de humanos o de mascotas.
Las funerarias ahora ofrecen diferentes tipos de servicios funerales, que estarán determinados principalmente por el origen étnico, la cultura y los antecedentes religiosos. Asimismo, los funerales tradicionales se llevan a cabo de acuerdo con las formas tradicionales practicadas por cada comunidad.
Se están llevando a cabo más funerales verdes y forestales como resultado del aumento de la conciencia ambiental. En estos funerales, el ataúd es biodegradable y está enterrado a no más de dos pies para reducir la emisión de metano. Las regulaciones de salud limitan la disponibilidad de los funerales verdes, ya que las leyes generalmente requieren embalsamar el cuerpo, y la presencia de productos químicos es contradictorio a un funeral verde.
Los funerales humanísticos y cívicos son estrictamente no religiosos y se enfocan en celebrar la vida del difunto. A menudo se llevan a cabo como un servicio conmemorativo después de que el cuerpo del difunto ha sido incinerado y las cenizas de cremación permanecen dispersas o enterradas.
El entierro en el mar no está promovido por las autoridades, sin embargo, todavía se practica ampliamente con regulaciones estrictas en la mayoría de los países. Sin embargo, la dispersión de las cenizas de cremación de humanos o mascotas en el mar es más aceptada y muchos la consideran una alternativa realista al entierro en el mar. Sin embargo, en España, incluso esparcir cenizas en el mar solo es posible si se lleva a cabo a través de una funeraria que tenga los permisos necesarios o si se obtiene una autorización específica de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), el Ministerio de Obras Públicas o el organismo correspondiente en la comunidad autónoma donde se esparcirían los restos.
El proceso de elaborar diamantes hechos de cenizas es una tendencia creciente como una alternativa de homenaje posterior a la cremación en países como México y España. Debido al largo tiempo que transcurre entre la muerte del individuo y la creación de un diamante hecho de cenizas, normalmente se realiza una ceremonia antes o después de la cremación junto con otra reunión para apreciar el diamante hecho de cenizas terminado.
Crear diamantes hechos de cenizas de seres queridos o mascota, esparcir las cenizas en el mar, en lagos o en el bosque, enterrar las cenizas en una parcela familiar o mantenerlos en una urna en un estante, son formas aceptadas de hacer frente a una pérdida y honrando la vida de nuestro un querido fallecido.
Las cremaciones han sido una opción de entierro cada vez más popular en los últimos años, no solo para elaborar recuerdos conmemorativos como un diamante hecho de cenizas, sino porque los cementerios se están llenando y ya casi no pueden ofrecer parcelas de entierro, a menos que exhuman cuerpos previamente enterrados de otras tumbas para hacer espacio.
Debido a la creciente ola de industrialización en las principales ciudades de todo el mundo, casi no hay espacio para la expansión de las parcelas funerarias. Esta situación ha empeorado aún más con el actual número de muertos por COVID-19; 580,000 muertes en un espacio de menos de un año.
Un análisis realizado por el Telegraph examinó más de 1,000 cementerios de 200 consejos de todo el Reino Unido y reveló que se espera que uno de cada cinco cementerios se quede sin espacio en los próximos 10 años. Otros 300 cementerios administrados por el consejo ya se han cerrado a nuevos entierros, ya que tienen prohibido reutilizar las parcelas existentes.
La ciudad de Cebú, en Filipinas, también está luchando contra el hacinamiento y la escasez de parcelas funerarias. Desde el 30 de junio de 2020, los cementerios privados y públicos dentro de la ciudad estaban completamente ocupados debido al aumento en las muertes relacionadas con el COVID-19.
En México, se están aplicando nuevas leyes que limitan el tiempo durante el cual un cuerpo puede ser enterrado en algunas partes del país. En consecuencia, los cementerios municipales están exhumando cuerpos para dar cabida a los recién fallecidos, en su mayoría víctimas del COVID-19. Los restos no reclamados se vuelven a enterrar como huesos sueltos sin marcar debajo de una tumba fresca, o se apilan con otros en altares expuestos.
El factor precio también es una razón importante por la cual las cremaciones están ganando popularidad. Esto se debe a que los entierros tradicionales en cementerios tienden a ser más costosos en comparación con las cremaciones. En promedio, un entierro tradicional en un cementerio en España varía de € 2.220 a € 3.500 dependiendo de la ubicación y los proveedores de servicios. En comparación, el costo de la cremación es de aproximadamente 1.300 € según la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE).
En México, la cremación cuesta aproximadamente $2,250 en comparación con un entierro tradicional que cuesta entre $7,045 y $180,000. Esta tarifa incluye la velación del difunto, embalsamamiento, un ataúd simple y gastos menores de entierro. No incluye la propiedad de una parcela funeraria en el cementerio.
Las cremaciones y entierros en México y España se llevan a cabo dentro de las 12 a 48 horas posteriores a la muerte, ya sea antes o después de un funeral tradicional, de acuerdo con los últimos deseos del fallecido. Cuando se incinera un cuerpo, se hace de manera que lo único que queda son las cenizas. Estas cenizas se pueden utilizar para crear un diamante hecho de cenizas, permanecer en una urna en la casa familiar, ser esparcidas, enterradas en la tierra o en un columbario. Sin embargo, en el caso de un entierro tradicional en el cementerio, el cuerpo permanece intacto y es enterrado en la tierra o en un mausoleo.
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