No hay una manera fácil de acercarse a la muerte. Ya sea enfrentando la pérdida de un ser querido o afrontando el final de su propia vida, es fácil sentirse abrumado y perdido en el dolor que viene con la inevitable parte de la vida que es la muerte. Esto explica por qué la mayoría de las personas tratan las conversaciones sobre la muerte como un tabú y prefieren cruzar ese puente cuando lleguen a él.
Despedir a un ser querido fallecido con un adiós final no es, sin duda, una tarea fácil. Sin embargo, según los especialistas en duelo, es un paso muy importante en la proceso.
Los momentos críticos de la vida, incluso los más dolorosos como la muerte, deben ser reconocidos y procesados si los afligidos alguna vez quieren hacer frente y comenzar a avanzar. En resumen, las despedidas nos dan una sensación de cierre a medida que avanzamos hacia la siguiente fase de la vida tal como la conocemos.
Gracias a la innovación en la industria global de la muerte, cada vez más personas adoptan prácticas nuevas y poco convencionales que rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos y, al hacerlo, preservan su memoria para las generaciones venideras.
Estas son algunas de las formas creativas en que las personas rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos.
Haga una entrada en el diario, escríbales una carta, un correo electrónico, un mensaje de texto o un poema. Hable directamente con el difunto cuando escriba y dígale todo lo que le hubiera gustado decir pero no tuvo la oportunidad. De forma paralela, puede documentar todos los preciosos recuerdos que tiene de su ser querido fallecido y leerlos cada vez que se sienta perdido. Que su ser querido esté fuera de su vista no debería significar que esté fuera de su mente.
Siempre habrá personas en su vida que no se cruzaron con su ser querido; ya sean nuevos amigos, una pareja o hijos. Hable con ellos sobre los difuntos, comparta fotos de ellos y algunos de sus preciosos recuerdos.
«Cuando no queda nadie en el mundo viviente que se acuerde de ti, te desconectas de este mundo. Lo llamamos la muerte final». - Coco (la película)
Un ritual es una serie de acciones o tipos de comportamiento regular e invariablemente seguidos por alguien. Según los especialistas en duelo, crear un ritual después de la pérdida ayuda a restaurar esa sensación de control y, a su vez, hace que sea más fácil lidiar con el dolor.
Algunos ejemplos de rituales que se pueden usar para rendir homenaje a un ser querido fallecido incluyen:
Los rituales se pueden personalizar para usted como individuo o pueden incluir actividades grupales para realizar con amigos y/o familiares del difunto. La decisión es suya.
Un elemento conmemorativo es una forma de conmemorar la memoria de un ser querido fallecido. Estos se pueden personalizar para incluir típicamente una foto del difunto, su nombre junto con la fecha de nacimiento y la fecha de fallecimiento, además de un epitafio.
Algunos de los artículos conmemorativos más populares hasta la fecha incluyen:
Un jardín conmemorativo ofrece un tributo duradero a un ser querido fallecido y un lugar para que los afligidos reflexionen y encuentren la curación. El jardín puede ser tan pequeño como un solo árbol o tan grande como un macetero de gran tamaño con diferentes flores, hierbas ornamentales, arbustos y árboles.
Al seleccionar plantas para un jardín conmemorativo, considere usar las flores favoritas del difunto o piense en las fragancias o colores que evocan buenos recuerdos. Otra posibilidad es incluir plantas que tengan el mismo nombre que el difunto, como lirios, rosas o margaritas.
También puede seleccionar plantas que tengan significados específicos, como la flor ‘no me olvides’ (recuerdos), romero (recordatorios), amapolas (descanso o sueño eterno), tulipanes amarillos (amistad) o claveles rosados (nunca te olvidaré).
Un banco conmemorativo es un mueble que conmemora a una persona fallecida. Por lo general, están hechos de madera, pero también pueden estar hechos de metal, piedra o materiales sintéticos.
Por lo general, los bancos conmemorativos se colocan en lugares públicos y en jardines domésticos. Llevan una placa con el nombre de su ser querido y un mensaje personalizado, transmiten un mensaje de amor que permanecerá para que las generaciones futuras lo vean.
Los diamantes conmemorativos, también conocidos como diamantes de cremación o diamantes de cenizas, son diamantes cultivados en un laboratorio a partir de los restos cremados de seres humanos y mascotas que han fallecido.
La popularidad de los diamantes conmemorativos se basa en la gran pregunta de qué hacer con las cenizas de cremación después de la pérdida de un ser querido. Mientras que siempre puede esparcir las cenizas, almacenarlas en una urna o incluso enterrarlas, es posible que prefiera verlas transformadas en algo completamente nuevo.
Además, los diamantes se han utilizado durante siglos para simbolizar la devoción inquebrantable e imperecedera, el amor, la fidelidad, la asociación, el compromiso y la amistad. ¿Qué mejor manera de conmemorar a su ser querido fallecido que convertirlo en un diamante?
Los diamantes de cremación son diamantes genuinos cultivados utilizando el carbono contenido en el cabello o las cenizas de cremación. Convertir las cenizas de cremación en diamantes es posible porque el carbono [C] representa el 18% del cuerpo humano y los diamantes son básicamente carbono cristalizado.
El nitrógeno [N] representa el 3% del cuerpo humano, lo que le da a un diamante de cremación un color ámbar, que varía de amarillo claro a naranja intenso. Los diamantes puramente incoloros se crean eliminando el nitrógeno [N] del carbono [C] antes de hacer un diamante de cremación.
Se requieren alrededor de 200 gramos de cenizas o 10 gramos de cabello para crear un diamante conmemorativo a partir de cenizas. Estas cenizas se colocan en un crisol especializado que se eleva a más de 2.760 grados Celsius para hacer que todos los elementos, excepto el carbono, se oxiden. Luego, la temperatura se eleva aún más para que el carbono pueda convertirse en grafito. El grafito, con un catalizador de metal y un cristal de semilla de diamante, se coloca en el núcleo que va en una prensa especializada de diamante capaz de crear una tensión extrema con la que se consigue una presión de aproximadamente 51.612 metros cuadrados. Durante el último tramo, cuando la prensa está trabajando, la temperatura en la habitación se mantiene alrededor de 1.379 grados Celsius para que las cenizas, convertidas en diamante conmemorativo se vuelvan sólidas.
A diferencia de los diamantes naturales, los diamantes conmemorativos o de cremación en bruto generalmente se mezclan con grafito y otros materiales, particularmente en la superficie. El diamante de cremación en bruto es cuidadosamente cortado y pulido por expertos en diamantes según las especificaciones del cliente.
El coste de convertir las cenizas en diamantes de cremación comienza a partir de los € 1900. El coste de los diamantes de cremación LONITÉ varía según las características del diamante que seleccione.
El coste de convertir las cenizas en diamantes abarca todo el proceso. Primero se enviarán a Suiza y se devolverán dentro de un promedio de 6 meses, cuando haya finalizado el proceso de convertir las cenizas de su ser querido en diamantes. El precio de los diamantes de cremación cubre todos los costes en el proceso, incluidos los de transporte y las tarifas de entrega.
Los diamantes de cremación aportan un significado completamente nuevo a la frase «Un diamante es para siempre». Si desea preservar la chispa que el difunto trajo a su vida, o simplemente quiere mostrar su personalidad distintiva, ¡hay una serie de empresas con la tecnología que transforma las cenizas de cremación en los invaluables tesoros que son los diamantes conmemorativos!
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